środa, 21 września 2016

Córdoba en versión española

¿Cómo fue mi viaje a Córdoba?
En el avión estaba con mi amiga Kasia y su novio, pues el vuelo no duraba mucho para mi; aunque, era como 4 horas. Durante ese tiempo, ya leía unos informaciones sobre Andalucía. En el aeropuerto de Málaga no podíamos encontrar WI-FI, entonces no había posibilidad de contactarse con mis compañeros de piso y avisarles que ya estaba en Málaga y que me abrieran la puerta cuando llegara. Después, tuvimos que coger el tren, muy caro de verdad…; pero es muy diferente de lo que hay en Polonia, es decir, más cómodo. ¡El billete costaba 43 euros! Encantadas y cansadas de mismo tiempo, llegamos a Córdoba. Junto con Kinga, que también está conmigo en Erasmus de Polonia, tuvimos que esperar unos minutos a su amiga española. Las chicas me acompañaron a mi piso y se fueran al suyo.

Comparto mi piso con Raquel, Alice, Raúl y Luis. Esa noche en casa sólo estaban Alice y Luis. Ellos eran muy simpáticos y sociables, pero estaba tan cansada ,también, me dolía la cabeza que quería ir a dormir.

El día siguiente, llena de energía y después de deshacer mi maleta, decidí ir al supermercado. No podía encontrar nada parecido de los productos de Polonia. Eso era tan raro que compré sólo unos huevos, el tomate y un poco de pan. Después de las seis, salimos con Alice y Luis para dar un paseo. Mi plano era recordar las calles y todo eso para no tener las problemas de ir a la universidad, pero no lo conseguí. Aquí hay tantos caminos, curvas y lugares bonitos que no se puede dejar de admirar todo eso. Al tiempo del ocaso del sol nos encontramos en un sitio mágico. Pasamos un rato en silencio y pensaba en mi familia, novio, amigos; quería que estuvieron conmigo. Luego, yo  con Alice fuimos a un restaurante para cenar. Comimos las tapas con una cerveza y hablábamos sobre los estereotipos y costumbres en Polonia y en Francia, porque Alice es francesa. De todos los modos, la gente dice que soy rusa, quizá por el sonido de la lengua parecido.

Aquí, creo que los españoles son muy abiertos y les gusta mucho su trabajo. Siempre se sonríen, aconsejan cuando no estás segura qué quieres. El mundo aquí es muy distinto de lo que conozco en Polonia.

Las fotos, las tenéis con el texto en polaco.

Besos,

Margarita

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